Miércoles 13 de abril 2016
Tegucigalpa,
Honduras. De cara
al modelo de despojo territorial, criminalización y militarización
de los pueblos indígenas, organizaciones nacionales e
internacionales, que participan en el Encuentro de los Pueblos “Berta
Cáceres Vive”, discutieron estrategias de articulación y
solidaridad.
La
discusión, desarrollada durante la segunda jornada del primer día
del Encuentro, se dio a través de la metodología de mesas de
trabajo temáticas: militarización, derechos humanos, derechos de
las mujeres, criminalización e impunidad, defensa territorial,
educación y comunicación popular.
En
la mesa de educación y comunicación popular se evaluó como las
radios comunitarias aportan para articular a las regiones que le
hacen frente a los procesos de militarización y represión que se
dan en los territorios.
Durante
el debate en torno a los derechos humanos y derechos de las mujeres
analizaron que el asesinato de Berta Cáceres no solo es un
femicidio, sino que es una evidencia de como el sistema patriarcal no
tolera lideresas en las organizaciones que defienden los bienes
naturales y comunes.
Tomás
Gómez, coordinador del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH), dijo que el legado de Berta Cáceres
invita a los pueblos de Latinoamérica a apostarle a los procesos de
lucha y resistencia al sistema patriarcal y neoliberal que están
contra la vida de las poblaciones. “Nos proponemos como COPINH a
ser un pueblo y un país descolonizado, pero también que el
territorio no sea militarizado”.
La
delegación mexicana –Amigos de la Tierra, Otros Mundos y
Movimiento Afectados Por Represas- manifestó que el asesinato de
Berta Cáceres y el atentado contra Gustavo Castro Soto “nos une
para que no se construya la hidroeléctrica Agua Zarca” y a seguir
luchando por una Latinoamérica libre en la que corran los ríos.
En
el segundo día del Encuentro Internacional de los Pueblos “Berta
Cáceres Vive” se definirán estrategias de solidaridad y
articulación para hacer frente al modelo extractivista y la no
aplicación de justicia en el asesinato de la lideresa indígena
lenca Berta Cáceres.